Por lo menos 600 trabajadores que prestaban sus servicios en clínicas y Centros de Atención Ambulatoria de Saludcoop y que hicieron tránsito al sistema de Cafesalud, a partir del 1º de diciembre del año pasado, fueron despedidos en lo que ha sido calificado como una “masacre laboral”.

Del total de trabajadores, 110 prestaban sus servicios en Barranquilla, según confirmaron Renato Ojeda y Gloria Montañez al denunciar la situación.

Igualmente, dentro del grupo se encuentran 126 trabajadores con historia laboral que supera los 18 años de servicios en la institución.

El personal inicialmente fue contratado por la EPS como órgano cooperativo y a partir del año 2002 a través de una tercerización con IAC GPP.

Esta intermediación se mantuvo en el tiempo, incluso cuando se produjo la intervención de Saludcoop por parte del Gobierno Nacional.

Lo mismo ocurrió cuando en diciembre del año pasado Saludcoop pasó a Cafesalud, situación por la cual el personal siguió laborando en sus mismos puestos de trabajo y clínica, a través de Esimed S.A. Allí se mantuvieron subordinados, cumpliendo horarios y recibiendo sus pagos en los meses de diciembre de 2015 y enero de 2016. Sin embargo, desde noviembre siguieron laborando en alto riesgo debido al incumplimiento de la entidad en los pagos de ARL, parafiscales, salud y pensión.

El pasado 22 de marzo fueron notificados de una circular que la Gerente General de Esimed S.A. Niria Janith Guerrero Guerrero, le dirigió a los gerentes, directores y coordinadores médicos en clínicas y Centros de Atención Ambulatoria, en la que manifiesta que esa entidad, al asumir los servicios de salud que prestaba la Corporación IPS Saludcoop, hoy en liquidación, no renovó la relación comercial que tenía en el pasado con la IAC GPP Saludcoop, “y por lo tanto el personal médico y asistencial de dicha empresa ya no debe prestar servicios en ninguna de las clínicas de nuestra entidad”.

En consecuencia, solicitó no requerir o recibir servicios de profesionales o personal asistencial que laboren con la IAC GPP Saludcoop, “ya que Esimed ha optado por hacer de manera directa la contratación en este campo y no hacerlo a través de empresas intermediarias y no existe ningún vínculo contractual con ellos. El personal de esa entidad, que en el pasado prestó servicios en la clínica que usted dirige, ya no tendrá acceso a las instalaciones para dar atención a los usuarios. Recomiendo muy comedidamente que a estas personas se les preste toda la atención que requieran en caso de concurrir como afiliados de algunas de las EPS a las que les prestamos servicios y que con la mayor cordialidad cuando requieran información, se les responda, que no existe relación comercial con sus empleados y sus servicios no son requeridos”.

Con esta decisión, sostienen los afectados se da una clara violación de los derechos humanos y al mínimo vital. El 80% de los despedidos corresponde al género femenino y el 60% de ella son madres cabeza de hogar que, por los incumplimientos de la empresa, en muchos casos no han podido matricular a sus hijos.

Puntualizaron que la situación afecta, de manera grave, a los pacientes, debido al desmejoramiento en la atención de los servicios.